¡¡Qué rápido pasa el
tiempo!! Y es que tal día como hoy, hace
ya 8 años, mientras veía a mi Real Zaragoza en casa, debutaba en el equipo de
su tierra la estrella más grande que existe, mi estrella, Alberto Zapater. Aquel
día no imaginaba lo importante que iba a ser para mí ese chavalito que, con
solo 19 años, estaba saltando al campo.
Me llamó la atención
de él su entrega, sus ganas de comerse el mundo, de luchar por lo que quería y
demostrar que se merecía lo que estaba viviendo. Poco a poco fui conociéndole más,
tanto como futbolista como persona. Como futbolista, siempre fiel a aquello que
me había llamado la atención aquel 24 de agosto. Como persona, el futbolista
más humilde, cercano y sincero que he conocido nunca.
Por eso, cada día que pasa
estoy un poquito más orgullosa de él. De seguirle desde el primer día, de cómo lucha
por conseguir lo que se proponga y de que sea como es.
Siempre, pase lo que pase,
estaré ahí porque es capaz de sacarme una sonrisa estando a más de 4.000
kilómetros de distancia. Porque se lo mecere y jamás le
podré agradecer ni la décima parte de todo lo que él me ha dado.
ZAPATER TE QUIERO