Hoy es el día de la personita más importante de mi vida. Alguien
que desde que nació, cuando yo tenía 4 años ha estado conmigo SIEMPRE, nunca me
ha fallado. Si, esa persona por la que haría cualquier cosa, mi hermana Alicia.
Esa pequeña con la que he compartido miles de horas, miles de
momentos buenos y malos durante estos ya 17 añazos se me hace mayor, pero
siempre será mi pequeñaja. Dicen que los hermanos son los primeros amigos que
uno tiene, pero no solo eso, también es esa que siempre está ahí, conmigo.
Porque da igual las veces que nos enfademos, dan igual los
motivos si a los pocos minutos una de las dos va a la otra a intentar sacarle
una sonrisa para que todo vuelva a estar en su sitio y no se va hasta
conseguirlo. Porque no nos hace falta nada para reír a carcajadas, no poder
parar y cuando lo hacemos baste una simple mirada para volver a empezar.
Porque cada momento a tu lado es impagable. Todas las tardes en
casa o dando una vuelta. Todas las veces que nos basta con una raqueta, una
pelota y una pista de tenis para tocar la felicidad con las manos. Cada partido
de nuestro Real Zaragoza en la Romareda es especial porque tú lo vives conmigo,
a mi lado. Esas horas cuando éramos pequeñas en las que la caja de aguinaldo de
papa se convertía en nuestro mejor aliado para pasar una gran tarde haciendo
carreras por el pasillo o cuando después de 3 horas de diversión en el mar
hacíamos la croqueta en la arena para tener que bañarnos otra vez. Nuestras tardes
de gimnasio, siempre entretenidas y más cuando viene el sexy a alegrarnos la
tarde. Cada una de las veces que tenemos la oportunidad de compartir unos
minutos con nuestros gigantescos ídolos son tan geniales porque lo hacemos las
dos juntas y nadie entiende mejor el motivo de esa gran sonrisa que ellos nos
dibujan en la cara. Todas las noches en las que nos invadimos la habitación en
las que después de varias horas hablando sin parar nos damos cuenta de que
igual tendríamos que estar durmiendo pero no importa si todavía nos queda algo sin
contar. Porque estoy segura de que estas cosas que he vivido y viviré con ella
nadie las puede igualar nunca.
Porque este año que estoy fuera de casa, la echo mucho de menos.
Echo de menos tener alguien con quien enfadarme, alguien con quien empezar a
hablar y no querer terminar nunca, alguien que me saque la mayor sonrisa como solo
ella lo hace.
Tengo la mejor hermana del mundo y no la cambio por nada.
No te puedo querer más pequeña. Gracias por todo.
Te quiero millones.