Hace hoy un año, como todos los veranos, era hora de ir a ver el
trofeo Carlos Lapetra a la Romareda, pero a pesar de no saberlo en ese momento,
iba a ser un día diferente.
Ese día 6 chicas a las que conocía de vista me dejaron ir a ver
el partido con ellas. Aquella tarde comenzó con una previa entre risas.
Mareamos a todos los porteros de nuestra querida Romareda para “ver” el partido
juntas. Fueron todo risas y a los 5 minutos era como si las conociera de toda
la vida.
Ese día solo fue el primero de muchos, muchísimos momentos, a
cual mejor con ellas. Previas de los partidos que podían durar casi 5 horas y
aun así se nos pasaban volando, hablando y riendo sin parar. Un nombre cuyo
origen queda guardado en secreto. Entrenamientos animando sin parar y yendo ¡¡A
LA CAZA!! Cenas y quedadas muy Farru que risa tras risa y canción tras canción
hacía que pasaran las horas apenas sin enterarnos. Excursiones a la Ciudad
Deportiva andando por la carretera para llegar a ver a los pequeños, bien cargadas
con shushes para recargar fuerzas. Podría escribir líneas y más líneas sobre
los miles de momentos y miles de anécdotas que he vivido con ellas en estos 365
días, pero si con algo me quedo es sin duda con las muchas horas en las que
siempre están ahí, para echar unas risas o para ofrecer un hombro en el que
apoyarse y con esas noches en las que no nos ha hecho falta estar juntas para
que nos dieran las tantas con nuestras risas, nuestros sueños por cumplir y
nuestras mil locuras. Cosas así no se pueden pagar con dinero, y si además
podemos compartir nuestra pasión por estos colores todo esto se hace mil veces
mejor.
Me siento una afortunada por haberos conocido y de que ahora forméis
una parte tan importante de mi vida. Puedo decir que ahora tengo 6 AMIGAS más
que hace justo un año, 6 hermanas más.
OS QUIERO MIL, FARRUS.